Santiago Barbuy

Nos sorprendía en clase mostrándonos sus proyectos e ideas en los que podíamos ver la importancia que tenía para él “el concepto”, como punto de partida, en la búsqueda de originalidad en sus propuestas de diseño; de allí que, en sus enseñanzas, conversaciones y críticas, ponía énfasis ello. Él pensaba que, en la etapa de generación de una propuesta de diseño, había que empezar con poco conocimiento e información sobre el nuevo producto a desarrollar para luego, en el proceso de definición, incorporar todo el conocimiento existente y necesario para su desarrollo.

Santiago, fiel a sus ideas, siempre busco la simplicidad y economía, con el ahorro de materiales y procesos de fabricación, en sus propuestas de diseño. Sus conceptos o puntos de partida estaban relacionados con la naturaleza; la versatilidad y reducción de volumen a partir de sistemas de componentes modulares o universales para lograr configuraciones distintas, así como, la plegabilidad de estructuras rígidas; las estructuras laminares por moldeo, así como, estructuras ligeras, lineales, de varillas metálicas y la unión de componentes a partir de conectores independientes, entre otros. A todo ello se sumaba el azar, la sorpresa, el cambio, lo lúdico, como temas siempre presentes en sus diálogos.

La permanencia de Santiago, la imagen, su risa, su acento de Ché con el que muchas veces bromeamos... bromas y poesías quedaron como parte de la enseñanza particular que nos brindaba. Recuerdo cual era la forma de enseñarnos sobre mecanismo; y es que él tenía toda una teoría acerca de ello y para empezar debíamos de dibujar todo mecanismo para que cuando el lápiz empezara a rozar la superficie del papel, nosotros fuéramos entendiendo cada pedacito de tuerca, cremallera, biela, etc.

Lo encontrábamos allí en los jardines o en la cafetería y escuchábamos atentamente cómo era que la definición de las formas de la naturaleza eran interpretadas por él como formas simétricas, muchas veces estudiaba la propia estructura de cada hoja que encontraba o se quedaba mirando los árboles que teníamos en los jardines del pabellón de arte antiguo. Traía además sus poemas y los leía. Qué creativo, qué genio, ese era Santiago, un genio del cual muchos hablaban de su parecido a otro genio como Einstein. Recuerdo a Santiago y me alegra hacerlo, fue mentor y amigo, aún lo es.

Entre los temas que el profesor Barbuy impartía, era el de lograr una percepción y análisis integral en los proyectos de diseño, contemplando un estudio de todas sus partes, su naturaleza o razón de ser y sus relaciones e interacciones entre ellos como de su entorno. Con ello, buscaba obtener una visión de la totalidad, es decir, en el proceso lograr adoptar un pensamiento holítistico, para con ello, de alguna manera lograr sinergias positivas, pues siempre comentaba que el resultado del conjunto siempre era superior a la suma de los resultados de cada parte en forma individual.

Entre sus proyectos de diseño que recuerdo estaban su sistema de componentes de máquinas herramientas para el trabajo con madera, su sistema modular de componentes prefabricados para configurar espacios de vivienda, su cápsula esférica de aislamiento personal para actividades intelectuales; y en sus publicaciones, el Manual antropométrico del hombre peruano para el diseño industrial, que fue un material de enseñanza muy empleado durante los años que estuvo como docente en la especialidad de Diseño Industrial.

Junto al Profe Babuy pude aprender del amplio campo de acción que el Diseño Industrial ofrece. Siempre tenía un punto de vista diferente que te hacía repensar la propuesta en la que estabas trabajando. Recuerdo que tuve la oportunidad de visitar en diversos momentos su taller, era como ingresar a un laboratorio de experimentación y de construcción de cosas increíbles. Había desde libros, mecanismos, juegos, juguetes hasta máquinas - herramientas desarrolladas por él. Cada una de ellas, el Profe las mostraba con tanto entusiasmo y apertura que mi mente e imaginación volaban al infinito y más allá. Me enseñó que el Diseño no es solo un objeto físico sino que es una “herramienta” flexible, dinámica, de gran impacto y es un reto constante ya que no acaba nunca porque la mente y la “loca imaginación” como él le decía, están siempre con el diseñador. Gracias Profe Barbuy por tanto y estar siempre presente.