Alejandro Alayza

Alayza comentaba que el medio artístico cultural de sus años de juventud era muy incipiente, la ciudad era más pequeña y a pesar de ello, no dejaba de tener actividades. Las embajadas cumplían un papel importante en la difusión de la cultura, ya que traían muestras de las actividades de sus países, incluyendo grandes exposiciones internacionales itinerantes. Existía también el Instituto de Arte Contemporáneo (IAC), entidad con gran actividad cultural, que gestionaba la llegada de muestras y de grandes artistas europeos, americanos y latinoamericanos. En aquellos años, los artistas dejaban su interés e influencia por los movimientos artísticos figurativos y se afirmaban más que nada a la abstracción.

En 1973, reside un año en Huaraz, en donde trabaja como diseñador en el Sistema Nacional de Apoyo a la Movilización Social (SINAMOS) con sede en la ciudad de Huaraz, en el área de Difusión Cultural de Programas para el campesinado. La experiencia y el contexto campesino, sumado a una vida austera dejan una fuerte huella en Alayza, lo cual se deja percibir fuertemente en su obra

Para Alayza, el mundo actual está mejor comunicado y es a su vez más complejo, pero no es más claro el criterio y la garantía de la calidad. En la actualidad, las obras de arte y la cultura misma están masificadas, mientras que antes tenía visos más aristocráticos.

Premios y distinciones

En 1972, Alayza egresa de la especialidad de Pintura con mención en grabado, obteniendo el primer premio de la escuela de Artes Plásticas.

En el año 2001 Alayza asume el decanato interino en la Facultad de Arte, dado por el estado de salud de la profesora Anna Maccagno a quien reemplaza. La decana Maccagno conversa con el Rector de la PUCP, el Dr. Salomón Lerner para que Alayza asuma el cargo de manera interina por un periodo de un año. Posteriormente, es elegido por dos periodos consecutivos (2002-2005, 2005-2008).